domingo, 10 de mayo de 2009

Leucemia

La Leucemia

La leucemia es el cáncer de la sangre y se desarrolla en la médula ósea. La médula ósea es el tejido esponjoso que se encuentra en el centro de los huesos
grandes del cuerpo y que produce las tres principales células de la sangre: Glóbulos blancos (que combaten las infecciones), glóbulos rojos (que transportan
oxígeno) y plaquetas (que detienen las hemorragias y permiten que la sangre coagule). Por razones que se desconocen, la médula ósea de un niño con leucemia
produce glóbulos blancos que no maduran correctamente, pero que continúan reproduciéndose. Las células sanas y normales se reproducen sólo cuando hay espacio
suficiente para ellas. El cuerpo puede regular la producción de células enviando señales que indican cuándo ésta debe detenerse. En el caso de la leucemia,
estas células no responden a dichas señales y se reproducen, independientemente del espacio disponible.
Estas células anormales se reproducen muy rápidamente y no funcionan como glóbulos blancos sanos, cuya tarea es combatir las infecciones. Cuando los glóbulos
blancos inmaduros, llamados blastos, comienzan a desplazar a las células sanas de la médula ósea, el niño experimenta los síntomas de la leucemia (infecciones,
anemia, sangrado).
La leucemia es el tipo de cáncer más común en la infancia. En los Estados Unidos, afecta a aproximadamente 3000 niños anualmente, cifra que representa
alrededor del 30 por ciento de los cánceres infantiles.
La leucemia puede manifestarse a cualquier edad, aunque es más frecuente en los niños entre 2 y 6 años de edad. Esta enfermedad se presenta con una frecuencia
ligeramente mayor en los varones que en las mujeres y es más común en niños caucásicos que en niños africano-americanos o de otras razas.
La mayoría de las leucemias infantiles son trastornos genéticos adquiridos. Esto significa que las mutaciones genéticas y las anomalías cromosómicas de
las células se producen esporádicamente (al azar).
El sistema inmunológico juega un papel importante en la protección del cuerpo contra las enfermedades, entre ellas, el cáncer. Una alteración o un defecto
del sistema inmunológico puede aumentar el riesgo de desarrollar leucemia. Circunstancias tales como la exposición a ciertos virus, a factores ambientales,
a sustancias químicas y a diferentes infecciones se han asociado con los daños al sistema inmunológico.
Con excepción de los síndromes genéticos específicos, no se sabe mucho acerca de las causas de la leucemia infantil.
Existen tres tipos principales de leucemia, incluidos los siguientes:
* Leucemia linfocítica aguda (acute lymphocytic leukemia, ALL)
La ALL , también conocida como leucemia linfoblástica o linfoide, representa aproximadamente entre el 75 y 80 por ciento de las leucemias infantiles. En
este tipo de trastorno, la afección se encuentra en los linfocitos, las células que normalmente combaten las infecciones. En los pacientes con ALL, la
médula ósea produce un exceso de linfocitos que no maduran correctamente y que desplaza a las demás células sanguíneas. Las células sanguíneas inmaduras
(blastos) no funcionan adecuadamente para combatir las infecciones. La ALL puede producirse en un período de días o semanas. La mayoría de los pacientes
con esta afección presenta anomalías cromosómicas (cromosomas adicionales y cambios estructurales en el material cromosómico).
* Leucemia mielógena aguda (acute myelogenous leukemia, AML).
La AML, también llamada granulocítica, mieloide o mieloblástica, representa alrededor del 20 por ciento de las leucemias infantiles. La AML es un cáncer
de la sangre en el cual la médula ósea produce un exceso de granulocitos, un tipo de glóbulo blanco que normalmente combate las infecciones. En los pacientes
con AML, la médula ósea produce un exceso de granulocitos que no maduran correctamente y que desplazan a las demás células sanguíneas. Las células sanguíneas
inmaduras (blastos) no funcionan adecuadamente para combatir las infecciones. La AML puede producirse en un período de días o semanas. Los niños con determinados
síndromes genéticos, entre ellos, el síndrome de Fanconi, el síndrome de Bloom, el síndrome de Kostmann y el síndrome de Down, tienen mayor riesgo de desarrollar
AML que los demás niños.
* Leucemia mielógena crónica (chronic myelogenous leukemia, CML)
La CML es un cáncer de la sangre, poco frecuente en los niños, en el cual la médula ósea produce un exceso de granulocitos, un tipo de glóbulo blanco que
normalmente combate las infecciones. En los pacientes con CML, la médula ósea produce un exceso de granulocitos que no maduran correctamente y que desplazan
a las demás células sanguíneas sanas. La CML puede presentarse en un período de meses o años. En los pacientes que tienen CML se produce un reordenamiento
cromosómico específico. Parte del cromosoma 9 se fragmenta y se une al cromosoma 22; por lo tanto, se produce un intercambio de material genético entre
estos dos cromosomas. Este reordenamiento cambia la posición y las funciones de determinados genes y tiene como consecuencia un crecimiento celular descontrolado.
También pueden presentarse otras anomalías cromosómicas.
La diferencia entre la leucemia linfocítica y la leucemia mielógena es la etapa de desarrollo de la denominada célula madre pluripotente. Esta célula es
la primera etapa de desarrollo de todas las células sanguíneas (glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas). La célula madre pluripotente atraviesa varias
etapas de desarrollo hasta que madura como una célula funcional. La leucemia está determinada por la etapa de desarrollo en que se encuentra la célula
cuando se vuelve maligna o cancerosa.
Las células madre maduran como células linfoides o células mieloides. A su vez, las células linfoides maduran como linfocitos B o linfocitos T. Si la leucemia
se presenta en alguna de estas células, se la denomina leucemia mielógena aguda (ALL). Si la leucemia se detecta en una etapa más avanzada del desarrollo
de las células, puede clasificarse tanto como ALL de células B o ALL de células T. Cuanto más avanzada sea la etapa de maduración de las células, más difícil
será el tratamiento.
Las células mieloides originarán las plaquetas, los glóbulos rojos y dos tipos de glóbulos blancos específicos denominados neutrófilos y macrófagos. Existen
muchas subclasificaciones para la AML. El tipo de leucemia está determinado por la etapa de desarrollo en que se encuentran las células normales cuando
se convierten en células de leucemia.
Debido a que la leucemia es el cáncer del tejido que produce las células sanguíneas, los síntomas iniciales generalmente se relacionan con el funcionamiento
irregular de la médula ósea. Ésta es la responsable de almacenar y producir alrededor del 95 por ciento de las células sanguíneas, incluidos los glóbulos
rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas.
Cuando se presenta la leucemia, los glóbulos blancos anormales (blastos) comienzan a reproducirse muy rápidamente, desplazan a las demás células sanas
y compiten con ellas por los nutrientes y el espacio. A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la leucemia. Sin embargo, cada niño puede
experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:

* Anemia
La anemia se presenta cuando la médula no puede producir glóbulos rojos debido a la gran concentración de células en ella. Las características de un niño
con anemia son su aspecto de cansancio, palidez y respiración acelerada para compensar la disminución de la capacidad de transporte de oxígeno. En un recuento
sanguíneo, la cantidad de glóbulos rojos será inferior a lo normal.

* Sangrado y moretones
Cuando la médula no puede producir plaquetas debido a la gran concentración de células que hay en ella, pueden presentarse sangrados o moretones con mayor
facilidad. Las petequias son diminutos puntos rojos en la piel del niño con una cantidad insuficiente de plaquetas. Son pequeños vasos sanguíneos que han
"goteado" o sangrado. En un recuento sanguíneo, la cantidad de plaquetas será inferior a lo normal. El término con que se denomina el bajo nivel de plaquetas
es trombocitopenia.

* Infecciones recurrentes
Si bien el recuento sanguíneo de un niño con leucemia puede arrojar una cantidad inusitadamente alta de glóbulos blancos, estos son inmaduros y no pueden
combatir las infecciones. El niño puede haber tenido infecciones virales o bacteriales repetitivas en las dos semanas anteriores. Una persona con leucemia
generalmente manifiesta los síntomas de una infección como por ejemplo, fiebre, goteo nasal y tos.

* Dolor en los huesos y las articulaciones
Los dolores en los huesos y las articulaciones son otros síntomas comunes de la leucemia. Generalmente, este dolor es consecuencia de que la médula está
superpoblada y "llena".

* Dolor abdominal
Los dolores abdominales también pueden ser un síntoma de la leucemia. Las células de la leucemia pueden acumularse en los riñones, el hígado y el bazo,
y generar el agrandamiento de estos órganos. El dolor abdominal puede provocar que el niño pierda el apetito y peso.

* Inflamación en los ganglios linfáticos
El niño también puede presentar inflamación en los ganglios linfáticos que se encuentran debajo de los brazos, la ingle, el pecho y el cuello. Los ganglios
linfáticos son los responsables de filtrar la sangre. Las células de la leucemia pueden acumularse en los ganglios y provocar una inflamación.

* Dificultad para respirar (disnea)
En los casos de ALL de células T, las células tienden a aglomerarse alrededor del timo. Esta masa de células en el centro del pecho puede causar dolor
y dificultad para respirar (disnea). La sibilancia, la tos o el dolor al respirar requieren de atención médica inmediata.
En los casos de ALL y AML, estos síntomas pueden manifestarse de forma repentina y en cuestión de días o semanas. En los casos de CML, estos síntomas se
desarrollan lentamente durante meses o años.
Es importante comprender que los síntomas de la leucemia pueden parecerse a los de otros trastornos de la sangre o demás problemas médicos.

Además del examen físico y la historia médica completa, los procedimientos para el diagnóstico de la leucemia pueden incluir:


* Aspiración y biopsia de la médula ósea - Procedimiento que consiste en extraer médula por aspiración o con una aguja previa anestesia local. En la biopsia
por aspiración, se retira una muestra de líquido de la médula ósea. En la biopsia con aguja, se retiran células (no líquido) de la médula ósea. A menudo
se utilizan estos métodos en combinación.


* Recuento sanguíneo completo (complete blood count, CBC) - Medición del tamaño, la cantidad y la madurez de las diferentes células sanguíneas que se encuentran
en un volumen de sangre específico.


* Análisis de sangre adicionales - Pueden incluir la química sanguínea, la evaluación de la función renal y hepática y estudios genéticos.


* Tomografía computarizada (también llamada escáner CT o CAT.) - Procedimiento de diagnóstico por imagen que utiliza una combinación de rayos X y tecnología
computarizada para obtener imágenes de cortes transversales (a menudo llamadas "rebanadas") del cuerpo, tanto horizontales como verticales. Un escáner
CT muestra imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo como por ejemplo, los huesos, los músculos, la grasa y los órganos. La tomografía computarizada
muestra más detalles que las radiografías comunes.


* Resonancia magnética nuclear (RMN) - Procedimiento de diagnóstico que utiliza una combinación de imanes grandes, radiofrecuencias y una computadora para
producir imágenes detalladas de los órganos y las estructuras internas del cuerpo.


* Radiografía - Examen de diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía electromagnética para generar imágenes de tejidos internos, huesos y órganos
en una placa.


* Ecografía (también llamada sonografía) - Técnica de imágenes diagnósticas que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia y una computadora para crear imágenes
de vasos sanguíneos, tejidos y órganos. Las ecografías se utilizan para ver el funcionamiento de los órganos internos y para evaluar el flujo sanguíneo
en los distintos vasos.


* Biopsia del ganglio linfático.


* Punción raquídea (punción lumbar) - Procedimiento mediante el cual se coloca una aguja especial en la parte baja de la espalda, en el interior del conducto
raquídeo (la zona que rodea a la médula espinal). Por medio de este procedimiento se puede medir la presión que existe en el conducto raquídeo y en el
cerebro. También se puede extraer una pequeña cantidad de líquido cefalorraquídeo (cerebral spinal fluid, CSF) y enviarla al laboratorio para comprobar
si existe una infección o algún otro tipo de problema. El líquido cefalorraquídeo es el líquido que baña el cerebro y la médula espinal delpaciente.


Tratamiento de la leucemia:
El tratamiento específico para la leucemia será determinado por el médico, basándose en lo siguiente:
* La edad del paciente, su estado general de salud y su historia médica.
* Qué tan avanzada está la enfermedad.
* La tolerancia del paciente a ciertos medicamentos, procedimientos o terapias.
* Sus expectativas para la evolución de la enfermedad.
* Su opinión o preferencia.
Generalmente, el tratamiento comienza cuando se presentan síntomas como por ejemplo, la anemia, el sangrado o las infecciones. Además, el tratamiento de
la leucemia puede incluir (solo o en combinación):
* Quimioterapia.
* Medicamentos o quimioterapia por vía intratecal (medicamentos introducidos a la médula espinal con una aguja, en el área denominada espacio subaracnoide).

* Radioterapia.
* Trasplante de médula ósea.
* Terapia biológica.
* Medicamentos (para prevenir o tratar el daño a otros sistemas del cuerpo causado por el tratamiento de la leucemia).
* Medicamentos (para las náuseas y los efectos secundarios del tratamiento).
* Transfusiones sanguíneas (glóbulos rojos, plaquetas).
* Antibióticos (para prevenir y tratar infecciones).
* Seguimiento médico continuo (para determinar la respuesta al tratamiento, controlar sus efectos secundarios y detectar la reaparición de la enfermedad).

Existen varias etapas en el tratamiento de la leucemia, entre ellas, las siguientes:
* Inducción - Combinación de quimioterapia o radiación y medicamentos que se administra para detener el proceso de producción de células anormales por
parte de la médula ósea. El objetivo de esta etapa del tratamiento es la remisión, es decir, impedir la producción de células de la leucemia. Esta fase
puede durar aproximadamente un mes, y puede repetirse si no se alcanza el objetivo.
* Intensificación - Tratamiento continuo aún cuando las células de la leucemia no se visualizan. Las células de la leucemia pueden no visualizarse en un
análisis de sangre o en un examen de médula ósea; sin embargo, es posible que aún estén en el cuerpo.
* Mantenimiento - Etapa que mantiene a la médula ósea libre de leucemia a través de una quimioterapia constante menos intensa y de mayor duración. Esta
fase puede durar desde meses hasta varios años. Se requieren visitas regulares al médico para controlar la respuesta al tratamiento, controlar sus efectos
secundarios y detectar la reaparición de la enfermedad.
* Recaída - Pueden ocurrir recaídas si la terapia es muy agresiva. La recaída significa que la médula ósea comienza nuevamente a producir células anormales.
Puede producirse durante cualquier etapa del tratamiento o incluso meses o años después de que el tratamiento ha concluido.
Perspectivas a largo plazo para un niño con leucemia:
El pronóstico depende en gran medida de lo siguiente:
* Qué tan avanzada está la enfermedad.
* La respuesta de la enfermedad al tratamiento.
* La genética.
* La edad y el estado general de salud del paciente.
* La tolerancia del paciente a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
* Los nuevos acontecimientos en el tratamiento.
Como sucede con cualquier tipo de cáncer, el pronóstico y la supervivencia a largo plazo pueden variar considerablemente según el niño. La atención médica
inmediata y una terapia agresiva contribuyen a un mejor pronóstico. El seguimiento continuo es esencial para un niño al que se le ha diagnosticado leucemia.

Un paciente que sobrevivió a la leucemia puede presentar evidencias de los efectos secundarios de la radioterapia y la quimioterapia. También es posible
que la enfermedad vuelva a aparecer. De todas maneras, continuamente se descubren nuevos métodos para mejorar el tratamiento y reducir los efectos secundarios.


La Leucemia Mielógena Aguda
¿Qué es la leucemia mielógena aguda?
La leucemia mielógena aguda (su sigla en inglés es AML) es un cáncer de la sangre en el cual la médula ósea produce demasiados granulocitos, un tipo de
glóbulo blanco.
Normalmente, las células de la médula ósea maduran hasta convertirse en diferentes tipos de glóbulos blancos. La leucemia mielógena aguda afecta a las
células sanguíneas jóvenes (llamadas blastos) que se convierten en un tipo de glóbulo blanco (denominado granulocito). La función principal de los granulocitos
es destruir las bacterias. Los blastos, que no maduran y se hacen demasiado numerosos, permanecen en la médula ósea y en la sangre. La leucemia aguda puede
producirse en unos cuantos días o semanas. Las alteraciones cromosómicas (cromosomas adicionales y cambios estructurales en el material cromosómico) están
presentes en la mayoría de los pacientes.
La anemia mielógena aguda se presenta en niños y adultos.
¿Cuáles son los síntomas de la leucemia mielógena aguda?
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de la leucemia mielógena aguda. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente.
Los síntomas pueden incluir:
* Anemia.
* Hemorragia.
* Moretones.
* Fiebre.
* Debilidad persistente.
* Fatiga.
* Dolores en los huesos y articulaciones.
* Nódulos linfáticos hinchados.
Los síntomas de la leucemia mielógena aguda pueden parecerse a los de otros trastornos de la sangre o problemas médicos. Siempre consulte a su médico para
el diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la leucemia mielógena aguda?
Además del examen y la historia médica completa, los procedimientos para diagnosticar la leucemia mielógena aguda pueden incluir los siguientes:
* Exámenes de sangre adicionales y otros procedimientos de evaluación.
* Aspiración y biopsia de la médula ósea - puede retirarse médula por aspiración o mediante una biopsia con aguja con anestesia local. En la biopsia de
aspiración, se retira una muestra de líquido de la médula ósea. En una biopsia con aguja, se retiran células (no líquido) de la médula ósea. A menudo se
utilizan estos métodos en combinación.
* Punción raquídea/punción lumbar - se coloca una aguja especial en la parte baja de la espalda, en el interior del conducto raquídeo, que es la zona que
rodea la médula espinal. Entonces se puede medir la presión que existe en la médula espinal y en el encéfalo. Se puede extraer una pequeña cantidad de
líquido cefalorraquídeo (su sigla en inglés es CSF) y enviarla al laboratorio para comprobar si existe una infección o algún otro tipo de problema. El
líquido cefalorraquídeo es el líquido que baña el encéfalo y la médula espinal.
Tratamiento de la leucemia mielógena aguda
El tratamiento específico de la leucemia mielógena aguda será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
* Su edad, su estado general de salud y su historia médica.
* Qué tan avanzada está la enfermedad.
* Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
* Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
* Su opinión o preferencia.
El tratamiento puede incluir:
* Quimioterapia.
* Radioterapia.
* Trasplante de médula ósea.
Leucemia linfoblástica aguda en adultos
* Descripción
o ¿Qué es la leucemia linfoblástica aguda en adultos?
* Explicación de las etapas
o Etapas de la leucemia linfoblástica aguda en adultos
o No tratada
o En remisión
o Recurrente
* Aspectos generales de las opciones de tratamiento
o Tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda en adultos
o Tratamiento por etapas
* Leucemia linfoblástica aguda en adultos - no tratada
* Leucemia linfoblástica aguda en adultos - en remisión
* Leucemia linfoblástica aguda en adultos - recurrente


Leucemia linfoblástica aguda en adultos
La leucemia linfoblástica aguda en adultos (llamada también leucemia linfocítica aguda o LLA) es una enfermedad en la cual se encuentran demasiados glóbulos
blancos en la sangre y la médula ósea. Los glóbulos blancos, también conocidos con el nombre de linfocitos, están a cargo de combatir las infecciones.
Los linfocitos provienen de la médula ósea, el tejido esponjoso que se encuentra dentro de los huesos grandes del cuerpo, y de otros órganos del sistema
linfático. La médula ósea fabrica glóbulos rojos (los cuales transportan oxígeno y otros materiales a todos los tejidos del cuerpo), glóbulos blancos (los
cuales combaten las infecciones) y plaquetas (las cuales hacen que la sangre se coagule). Normalmente, la médula ósea produce células llamadas blastos,
las cuales se transforman (al madurar) en varios tipos de glóbulos que a su vez tienen funciones específicas en el cuerpo.
La sustancia que transporta los linfocitos es la linfa, un fluido incoloro y acuoso presente en los vasos linfáticos. Estos, a su vez, forman parte del
sistema linfático, el cual está constituido por tubos delgados que se ramifican, como los vasos sanguíneos, a todas las partes del cuerpo. A lo largo de
la red de vasos se encuentran grupos de órganos pequeños en forma de frijol llamados nódulos linfáticos. Existen conglomerados de nódulos linfáticos en
las axilas, la pelvis, el cuello y el abdomen. El bazo (un órgano situado en la parte superior del abdomen que fabrica linfocitos y filtra los glóbulos
deteriorados de la sangre), el timo (un órgano pequeño situado debajo del esternón) y las amígdalas (situadas en la garganta) también forman parte del
sistema linfático.
Los linfocitos combaten las infecciones mediante la fabricación de unas sustancias llamadas anticuerpos, las cuales atacan a los gérmenes y otras bacterias
nocivas presentes en el cuerpo. En los casos de LLA, los linfocitos en desarrollo no maduran y se vuelven demasiado numerosos. Estos linfocitos inmaduros
se encuentran luego en la sangre y la médula ósea, y se acumulan en los tejidos linfáticos haciendo que éstos se inflamen. Los linfocitos pueden desplazar
otros glóbulos en la sangre y la médula ósea. Si la médula ósea no puede producir suficientes glóbulos rojos para transportar oxígeno, el paciente puede
padecer anemia. Si no puede producir suficientes plaquetas para que la sangre se coagule normalmente, el paciente puede padecer hemorragias o contusiones
fácilmente. Los linfocitos cancerosos también pueden invadir otros órganos, la médula espinal y el cerebro.
La leucemia puede ser aguda (que progresa rápidamente con muchas células cancerosas inmaduras) o crónica (que progresa lentamente con células leucémicas
de aspecto más maduro). La LLA progresa rápidamente y puede ocurrir tanto en los niños como en los adultos. El tratamiento administrado a los niños y a
los adultos es diferente.
A menudo es difícil diagnosticar la LLA. Los primeros signos pueden ser similares a los de la gripe u otras enfermedades comunes. Usted deberá ver al médico
si padece los siguientes signos o síntomas y estos no se alivian: tiene fiebre, se siente débil o cansado todo el tiempo, padece dolor en los huesos o
las articulaciones, o se le inflaman los nódulos linfáticos.
Si tiene síntomas, el médico podría recomendar que le hagan análisis de sangre para contar el número de glóbulos de cada clase que posee. Si los resultados
de los análisis de sangre son anormales, el médico puede llevar a cabo una biopsia de médula ósea. Durante esta prueba, se inserta una aguja en un hueso
y se extrae una cantidad pequeña de médula ósea, la cual se observa a través del microscopio. El médico también puede hacer una punción lumbar, en la cual
se inserta una aguja a través de la espalda para tomar una muestra del líquido que rodea el cerebro y la espina dorsal. El líquido luego se examina bajo
el microscopio para determinar la presencia de células leucémicas. El médico podrá determinar entonces qué clase de leucemia tiene usted y planificar el
mejor tratamiento.
Su probabilidad de recuperación (pronóstico) dependerá del aspecto de las células leucémicas bajo el microscopio, hasta dónde se haya diseminado la leucemia,
y su edad y estado de salud en general.


Explicación de las etapas
Etapas de la leucemia linfoblástica aguda en adultos
No existe clasificación por etapas para la leucemia linfoblástica aguda (LLA) en adultos. El tipo de tratamiento seleccionado dependerá de si el paciente
ha recibido tratamiento anteriormente.
No tratada
LLA no tratada significa que no se ha administrado ningún tipo de tratamiento, excepto para aliviar los síntomas. Hay demasiados glóbulos blancos en la
sangre y en la médula ósea, y pueden existir otros signos y síntomas de la leucemia.
En remisión
Remisión significa que se ha administrado tratamiento y que el número de glóbulos blancos y otros glóbulos en la sangre y en la médula ósea es normal.
No hay signos o síntomas de leucemia.
Recurrente
Enfermedad recurrente significa que la leucemia ha vuelto a aparecer después de haber pasado a remisión. Enfermedad refractaria significa que la leucemia
no ha pasado a remisión después del tratamiento.


Aspectos generales de las opciones de tratamiento


Tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda en adultos
Existen tratamientos para todos los pacientes con leucemia linfoblástica aguda (LLA) en adultos. El tratamiento principal para este padecimiento es la
quimioterapia, aunque puede emplearse la radioterapia en ciertos casos. El trasplante de médula ósea está siendo evaluado en pruebas clínicas.


La quimioterapia consiste en el uso de medicamentos para destruir las células cancerosas. Estos se pueden tomar en forma oral o inyectarse en una vena
o músculo. La quimioterapia se considera un tratamiento sistémico porque el medicamento se introduce en el torrente sanguíneo, viaja a través del cuerpo
y puede eliminar células cancerosas por todo el cuerpo. Los medicamentos a veces pueden administrarse en el líquido que rodea al cerebro insertando una
aguja en el cerebro o la espalda (quimioterapia intratecal).


La radioterapia consiste en el uso de rayos X u otros rayos de alta energía para eliminar células cancerosas y reducir tumores. La radiación para la LLA
por lo general proviene de una máquina situada fuera del cuerpo (radioterapia externa).
El tratamiento de la LLA consta de dos fases. La primera se llama terapia de inducción, y su propósito es el de destruir la mayor cantidad posible de células
leucémicas y hacer que el paciente pase a remisión. Una vez en remisión y sin signos de leucemia, se aplica una segunda fase del tratamiento (llamada terapia
de continuación) en la cual se tratan de destruir las células leucémicas restantes. Los pacientes pueden recibir quimioterapia durante varios años con
el fin de mantenerse en remisión.
Si las células leucémicas se han diseminado al cerebro, el paciente puede recibir radiación o quimioterapia al cerebro. También se le podría someter a
profilaxis del sistema nervioso central (SNC), otro tipo de terapia, para impedir que crezcan células leucémicas en el cerebro durante la terapia de inducción
y la remisión.
El trasplante de médula ósea se usa para reemplazar la médula ósea con médula ósea sana. Primero, se destruye toda la médula ósea del cuerpo usando dosis
elevadas de quimioterapia con o sin radioterapia. Luego se toma médula ósea sana de otra persona (un donante) cuyo tejido sea igual o casi igual al del
paciente. El donante puede ser un gemelo (la mejor opción), un hermano o hermana, o alguna persona que no tenga parentesco con el paciente. La médula ósea
sana del donante se le inyecta al paciente en una vena, reemplazando así la médula ósea destruida. Los trasplantes de médula ósea en el que se emplea la
médula ósea de un pariente o de una persona que no tenga ningún parentesco con el paciente se llaman trasplantes de médula ósea alogénicos.
Otro tipo de trasplante de médula ósea, llamado trasplante de médula ósea autólogo, está siendo evaluado en pruebas clínicas. Para llevar a cabo este tipo
de trasplante, se extrae médula ósea del paciente y se trata con medicamentos para eliminar cualquier célula cancerosa. Esta médula ósea se congela y se
guarda. Luego, el paciente recibe quimioterapia en dosis elevadas con o sin radioterapia para destruir toda la médula ósea restante. Finalmente la médula
ósea que se guardó se descongela y se le inyecta en una vena, reemplazando así la médula ósea destruida.
Existe una mayor probabilidad de recuperación si el médico escoge un hospital en el que se realicen más de cinco trasplantes de médula ósea al año.


Tratamiento por etapas
El tratamiento para la LLA en adultos dependerá del tipo de enfermedad, la edad del paciente y su estado en general.
El paciente podría recibir tratamiento que se considera estándar basándose en su eficacia en estudios previos o podría optar por tomar parte en una prueba
clínica. No todos los pacientes se curan con terapia estándar y algunos tratamientos estándar podrían tener más efectos secundarios de los deseados. Por
estas razones, las pruebas clínicas están diseñadas para encontrar mejores maneras de tratar a los pacientes con cáncer y están basadas en la información
más actualizada. Se están llevando a cabo pruebas clínicas en la mayor parte del país para la mayoría de las etapas de la LLA. Leucemia linfoblástica aguda en adultos - no tratada
El tratamiento probablemente sea quimioterapia sistémica. Esta podría consistir en quimioterapia intratecal sola o combinada con bien sea radioterapia
al cerebro o dosis elevadas de quimioterapia sistémica para tratar o prevenir la aparición de leucemia en el cerebro. El tratamiento también podría incluir
transfusiones sanguíneas, antibióticos e instrucciones para mantener el cuerpo y los dientes especialmente limpios. Se están evaluando nuevos medicamentos
en pruebas clínicas.


Leucemia linfoblástica aguda en adultos - en remisión
El paciente podría recibir cualquiera de los siguientes tratamientos:
1. Pruebas clínicas de dosis elevadas de quimioterapia a corto plazo, seguidas de dosis bajas de quimioterapia a largo plazo.
2. Pruebas clínicas de trasplante de médula ósea alogénico.
3. Pruebas clínicas de trasplante de médula ósea autólogo.
4. Quimioterapia intratecal sola o combinada con radiación al cerebro o con quimioterapia sistémica en dosis elevadas, para impedir el crecimiento de células
leucémicas en el cerebro (profilaxis del SNC).


Leucemia linfoblástica aguda en adultos - recurrente
El paciente podría recibir radioterapia para aliviar los síntomas o podría optar por tomar parte en una prueba clínica de trasplante de médula ósea.
Efectos secundarios de la quimioterapia
El tratamiento quimioterápico puede deteriorar físicamente a los pacientes con cáncer. Los agentes quimioterápicos destruyen también las células normales
sobre todo las que se dividen más rápidamente, por lo que los efectos secundarios están relacionados con estas células que se destruyen. Los efectos secundarios
dependen del agente quimioterápico y los más importantes son:
• Alopecia
o caída del cabello: Es el efecto secundario más visible debido al cambio de imagen corporal y que más afecta psicológicamente a los enfermos, sobre todo
a las mujeres. Sin embargo este depende de la cantidad e intensidad de la dosis y no ocurre en todos los casos. Pero de 4 a 6 semanas el cabello vuelve
a crecer.
• Náuseas
y
vómitos
: Pueden aliviarse con
antieméticos
como la
metoclopramida
o mejor con antagonistas de los receptores tipo 3 de la
serotonina
como dolasetron, granisetron y ondansetron. Algunos estudios y grupos de pacientes manifiestan que el uso de
cannabinoides
derivados de la marihuana durante la quimioterapia reduce de forma importante las náuseas y los vómitos y que aumenta el apetito.
• Diarrea
o
estreñimiento.
• Anemia
: Debido a la destrucción de la
médula ósea
, que disminuye el número de
glóbulos rojos
al igual que la inmunodepresión y hemorragia. A veces hay que recurrir a la
transfusión de sangre
o a la administración de
eritropoyetina
para mitigar la anemia.
• Inmunodepresión
: Prácticamente todos los regímenes de quimioterapia pueden provocar una disminución de la efectividad del
sistema inmune
, como la
neutropenia
que puede conducir a la
infección
, a la
sepsis
y a la muerte si no se detecta y trata a tiempo. La neutropenia se puede solucionar con la administración de [[factor de crecimiento de colonias de
granulocitos
]] (G-CSF del inglés granulocyte-colony stimulating factor) como el filgastrim.
• Hemorragia
: Debido a la disminución de
plaquetas
por destrucción de la médula ósea.
• Tumores secundarios
• Cardiotoxicidad: La quimioterapia aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ejemplo:
adriamicina).
• Hepatotoxicidad
• Nefrotoxicidad
• Síndrome de lisis tumoral
: Ocurre con la destrucción por la quimioterapia de las células malignas de grandes tumores como los
linfomas
. Este grave y mortal efecto secundario se previene al inicio del tratamiento con diversas medidas terapéuticas.
Tratamiento y efectos secundarios de la radioterapia
En el tratamiento por radioterapia participa un equipo de profesionales con experiencia integrado por:
• Oncólogo radioterapeuta: Es el médico responsable de la prescripción del tratamiento, su diseño, como también la supervisión y vigilancia del paciente.

• Radiofísico hospitalario (Físico Médico): En el área de radioterapia es el responsable de los métodos de cálculo, control de calidad y funcionamiento
dosimétrico de los equipos. Supervisa todos los tratamientos, desde la dosimetría del equipo, basado en un protocolo de la OIEA (Organización Internacional
de Energía Atómica), así como la conformación de los haces para tratamiento y evaluación de planeaciones propuestas para un mejor resultado.
• Ingenieros: Revisan periódicamente los equipos, realizando manutención preventiva y reparación cuando ésta es necesaria. Regulan el correcto funcionamiento
mecánico y electrónico de los equipos.
• Tecnólogo médico: Persona especializada en tratamientos radioterápicos y en el manejo de los equipos. Tienen varias responsabilidades: la ejecución diaria
del tratamiento prescrito y del cuidado del paciente en las unidades de tratamiento, chequeo de movimientos mecánicos de la unidad a emplear (bajo supervisión
de Radiofísica), realización de la Simulaciones del paciente (TAC).
• Enfermería: Desempeña cada vez más funciones al existir más tratamientos concomitantes con quimioterapia, más medicación profiláctica antes de dar la
sesión al paciente que se administra por vía intravenosa, intramuscular, subcutánea, etc. Cada vez la braquiterapia tiene más importancia en los tumores
localizados, por lo que la enfermería en
quirófano
es primordial o en las curas de
lesiones
radioinducidas.
• Auxiliares de radioterapia, auxiliares administrativos y secretariado: Se encargan de su atención en la consulta, citaciones, informes, contribuyendo
al bienestar del paciente.

Es el primer contacto que tiene el paciente con el oncólogo radioterapeuta. En esta visita el médico elaborará una
historia clínica
en la que incorporará las exploraciones que le hayan practicado al paciente, realizará una
exploración física
general y del área enferma. Es posible además que se solicite algún examen adicional si se considerara necesario para completar el estudio. Se le explicará
en líneas generales cual va a ser el plan de tratamiento previsto, en cuanto a duración, días que tiene que acudir, efectos posibles, etc. El paciente
debe comprender lo explicado, preguntar las dudas que le surjan y firmar el
consentimiento informado.
• PLANIFICACIÓN DEL TRATAMIENTO (Simulación virtual): El estándar de la planificación es realizarla en tres dimensiones con simulación virtual. Para ello,
es preciso realizar al paciente un
TAC
en una posición determinada que será la misma durante el tratamiento. Se le tatuará en la piel un punto central que será el origen de todos los desplazamientos
en los tres ejes del espacio.
• DOSIMETRIA FÍSICA:Con las imágenes del
TAC
digitalizadas en un ordenador, se delimitan las áreas a tratar y los órganos críticos. Con la aplicación informática, se añaden los haces de fotones, la
intensidad del haz, y se reconstruyen los volúmenes de las áreas delimitadas. El mismo programa informático nos facilita unas radiografías digitales reconstruidas,
que son virtuales, y que reproducen la imagen del campo de tratamiento que formaría el haz de fotones, si realizásemos una radiografía real.
• VERIFICACIÓN DEL TRATAMIENTO: Una vez obtenida la planificación del tratamiento, el paciente acudirá a la unidad de tratamiento, y en la misma posición
en la que se realizó el TAC de planificación y con unos desplazamientos en los tres ejes del espacio a partir del punto de origen, se realiza una radiografía
o una imagen portal electrónica, que soporta rayos X de alta energía. La imagen que reproduce esta radiografía debe ser lo más parecida posible a la Radiografía
Digital Reconstruida, y si es así comienza el tratamiento.
• TRATAMIENTO: Consiste en varias sesiones de corta duración, habitualmente diarias de Lunes a Viernes, descansando Sábados, Domingos y festivos. En cada
sesión de tratamiento se reproduce la misma posición que es la misma que cuando se realizó el TAC de planificación, y que en la verificación. Durante el
tratamiento el paciente es monitorizado por cámara de vídeo y micrófonos, para atender cualquier incidencia y ante la posibilidad de interrumpir el tratamiento.
Periódicamente se pueden realizar radiografías de control para optimizar el tratamiento.
• SEGUIMIENTO DURANTE EL TRATAMIENTO: Los pacientes suelen tener visita semanal con el oncólogo radioterapéuta en la que deben contar los posibles efectos
agudos de la radiación y formular preguntas que aún no se habían hecho. Si el paciente tuviera cualquier problema durante el tratamiento debe solicitar
cita el mismo día que acuda al tratamiento.
• SEGUIMIENTO UNA VEZ FINALIZADO EL TRATAMIENTO: El paciente debería acudir a la consulta de Oncología Radioterápica periódicamente, como mínimo una vez
al año, para valorar toxicidades tardías y conocer los resultados del tratamiento efectuado. Si el seguimiento de la enfermedad lo realiza el oncólogo
radioterapéuta, éste debe solicitar las exploraciones que estime oportuno para detectar o descartar recidivas y remitir al paciente al especialista determinado.

Efectos secundarios de la radioterapia [

Son
cansancio
y
fatiga
, inflamación y pesadez en la mama, enrojecimiento y sequedad en la piel (como después de una
quemadura
solar), que suele desaparecer tras seis o doce meses. La acción de éstos aparatos suele estar muy focalizada de manera que sus efectos suelen ser breves
y generalmente, bien tolerados. Una buena combinacion de descanso,
actividad física
y prendas delicadas pueden atenuar estas molestias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario